jueves, 5 de noviembre de 2009

LA GLOSOLALIA O EL HABLAR EN LENGUAS

La Palabra de Dios hace referencias con relación al hablar en otras lenguas; en Hechos 2:4 menciona a los discípulos que esperaron la promesa del Espíritu, los cuales “comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. También hubo otros episodios en donde se hablo en otras lenguas, específicamente en libro de los hechos de los Apóstoles.

¿Qué ES HABLAR EN LENGUAS?

El hablar en lenguas es una facultad que conduce el Espíritu Santo a un creyente de hablar en idioma desconocido. Esto también se conoce como Glosolalia, que proviene del Griego, glossa, “lengua"; y lalein, "hablar".

REGISTROS EN LA BIBLIA ACERCA DEL HABLAR EN LENGUAS.

En la Palabra de Dios hay tres registros principales donde esta señal de hablar en Lenguas se manifiestan, estas son:

  • Primer registro en el día de pentecostés (Hechos 2:1-11.).En el día de pentecostés era necesario que los apóstoles supieran, sin lugar a dudas, que el Espíritu Santo en verdad había venido. Por eso les dio la señal de hablar en otras lenguas; y también para que los moradores de Jerusalén, que procedían de todas las naciones bajo el cielo oyeran en sus propias lenguas, las maravillas de Dios.   En esta ocasión la manifestación de la llegada del Espíritu Santo fue que se asentó en cada uno; lenguas humanas que existían de todas las naciones debajo del cielo, según como el Espíritu les daba. No se trataba de una traducción de lenguas, sino que ellos podían escuchar en sus propias lenguas las maravillas de Dios.
  • Segundo registro en la casa de Cornelio: (Hechos 10:44-48) dice de manera especifica el vv. 46: “Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban á Dios”.)  La razón por la cual se hace este registro es porque los judíos no creían que el evangelio pudiera pertenecer también a los gentiles. Por eso cuando los gentiles recibieron a Cristo, hacia falta una señal que confirmara, ante los judíos, la capacidad de los gentiles de recibir al mismo Espíritu.
  • Tercer registro fue en el caso de los discípulos de Juan el bautista en Éfeso: (Hechos 19:1-6). Este tercer caso que sucedió con los Efesios, fue para hacerles saber que aunque habían sido bautizados por el bautismo de arrepentimiento, era necesario que recibieran el bautismo del Espíritu Santo. La señal de las lenguas les fue dada para confirmar que habían recibido al Espíritu Santo.

Estos son los tres registros principales de casos en donde hablaron en otras lenguas; descartando un episodio registrado en Hechos 8:14 con relación a los hermanos en Samaria, pues aunque dice que por la imposición de Pedro y Juan recibieron el Espíritu Santo, no dice explícitamente que hablaron en otras lenguas.

Para cada uno de estos casos hay razones específicas por las cuales el Espíritu Santo se manifestó dando como señal el hablar en otras lenguas.

El hablar en lenguas es algo excepcional y distinto del don de lenguas. Pablo habla de la importancia de hablar en lenguas. Por otro lado, habla de un orar continuo, en forma de expresión extática e ininteligible.


CLASIFICACION DE LAS LENGUAS.


La glosolalia o hablar en lenguas, se pueden clasificar, conforme a lo declarado por San Pablo en 1 Corintios 13:1, de la manera siguiente:

1. Lenguas humanas: aquellas lenguas o lenguajes que hablamos los seres humanos. En la actualidad existen aproximadamente 6,912 lenguas vivas que la gente habla hoy en día, solamente la región de Papúa – Nueva Guinea, se hablan 830 lenguas diferentes. En EE.UUí se habla 238 lenguas diferentes.

2. Lenguas angélicas: Lenguaje utilizado por los ángeles. Además de lo declarado por Pablo en 1 Corintios 13:1, también el hace referencia de hablar misterios a Dios que nadie entiende (1 Cor. 14:2). Esta clase de lengua descarta del todo la definición de las lenguas como XENOGLOSIA, que se circunscribe exclusivamente al lenguaje humano, ya que es la lengua que le es conocido al extranjero.


LAS LENGUAS COMO SEÑAL Y LAS LENGUAS COMO DON.


Ya hemos visto y señalado los episodios en donde los creyentes hablaron en lenguas, en cada uno de los cuales, hablaron como señal, tal y como Jesús así lo dijo y prometió. Las lenguas, que habla el creyente cuando recibe el bautismo en el Espíritu Santo, las habla como señal o evidencia del Bautismo, no la esencia, sino la evidencia inicial.

Sin embargo hay otras referencias que la Biblia ofrece acerca de la GLOSOLALIA. Esas referencias son hechas en base al don de lenguas, principalmente en las cartas paulinas o los escritos del Apóstol Pablo.

En el caso de las lenguas como señal, hay que destacar que en Marcos 16:17 menciona dentro de las señales el “hablar nuevas lenguas”, utilizándose ahí el vocablo griego KAINOS, que significa algo nuevo que no es usado, nuevo en cuanto a la forma o cualidad. Al igual que el vocablo HETEROS, traducido como “otras lenguas” en Hechos 2:4; era nuevo para el hablante, no así para el oyente. Hay otra palabra griega que se utilizo en Hechos 2:8, que fue DIALEXTOS, que se refiere a la lengua de un país. Es la misma palabra GLOSSA, pero con la diferencia que GLOSSA es la lengua que Dios concede sin haberla estudiado o aprendido, y DIALEXTOS, es aquella que se habla con conocimiento de la misma.


DON DE LENGUAS

Llamamos DON DE LENGUAS, a la habilidad dada al creyente al creyente, por el Espíritu Santo, por la cual puede hablar en idiomas que jamás ha aprendido. No se trata de una repetición de una lengua que escucho o escuche constantemente, ni que alguien me enseñe; se trata de una habilidad sobrenatural, que viene de parte de Dios.

El don de lenguas tiene varios propósitos: sirve para edificación, exhortación y consolación de la iglesia cuando son interpretadas, son también una señal a los incrédulos.

El don de lenguas reviste una gran importancia por varias razones:

• Todos pueden obtenerlo. Según Pablo en 1 Corintios 14:5, 18.

• Se puede manifestar en todo tiempo, lugar y circunstancia y puede manifestarlo en voz baja o en silencio (1 Cor. 14:28).

• Es el único que puede ser usado para uno edificarse uno mismo (1 Cor. 14:4).

• Funciona como brazo inicial de los otros dones, nos impulsan a entrar en lo sobrenatural.

• Nos capacitan para hablar directamente con Dios (1 Cor. 14:2).


El que aprovecha el don de lenguas y los usa correctamente, puede disfrutar de una gran bendicion, pues es un recurso que Dios nos permite usar para que El Espíritu interceda por nosotros de manera directa; lo cual es bastante efectivo (Romanos 8:26).

Por muchos años se ha enseñado acerca de que las lenguas no son para los creyentes actuales, sino que fue una manifestación exclusiva de los apóstoles y los primeros discípulos.

Por ejemplo, San Agustín, decía que era un don para que los primeros cristianos predicaran el mensaje al mundo entonces conocido de una manera más eficaz. De hecho, es la enseñanza que prevaleció por muchos años, aun después de la reforma protestante, pues ni Martin Lutero ni Juan Calvino enseñaron sobre el hablar en lenguas, por eso es que las iglesias tradicionales como la luterana, anglicana, bautista, metodista, presbiteriana, católica, etc. Que no saben de tal don en la práctica y los más miedosos a renegar de él dicen que si hubiera alguien que tradujera se aceptaría, si no los hacen callar, algo que es prudente y bíblico.

No fue sino hasta cerca de 1830 que reaparece este don con la aparición de la iglesia de un predicador llamado Edward Irving, quien popularizo el hablar en lenguas, pero en el seno de la iglesia católica.

Sin embargo, el renacimiento Pentecostal moderno se remonta generalmente a una reunión de oración en la Universidad Bíblica de Topeka, Kansas, el 1 de enero de 1901. Mientras que muchos otros creyentes habían hablado en lenguas previamente durante el período del avivamiento espiritual, la mayoría de investigadores están de acuerdo en que fue aquí, con estos receptores de la experiencia, quienes a través del estudio de las Escrituras se convencieron de que ésta es la evidencia bíblica para el bautismo en el Espíritu Santo. El avivamiento pasó rápidamente a Missouri y Texas, California y otros estados. Un encuentro de avivamiento que duró tres años en la Misión de la Calle Azuza, en los Ángeles, atrajo a creyentes de toda la nación y aún fuera de ella, y sirvió como trampolín para enviar el mensaje pentecostal alrededor del mundo.

Al parecer, Santo Tomas no se equivoco, cuando en su Summa Thelogia, confirma que este don milagroso de lenguas no había desaparecido.

Hoy en día el movimiento carismático se ha dispersado en todo el mundo y las iglesias que viven esas experiencias, son las de mayor crecimiento dentro del protestantismo.


¿SE PUEDE ABUSAR DEL DON DE LENGUAS?

Ciertamente, el don de lenguas puede ser utilizado incorrectamente, al punto que se puede llegar a abusar de la utilización del mismo; así como también malinterpretar su uso y acerca de quien lo use.

Hay gente que sobre usan el don de lenguas, hablan lenguas en momentos y circunstancias en las cuales no deben hablarlo.  Por lo regular no debe usarse en los medios de comunicacion, hay promos en la radio que ponen cortes hablando en lengua, cuando esa lengua la dio en un momento dado, para una situacion especifica, por lo que en nada edifica una lengua extraña en una promocion de una campaña o predicador.  No hable en lengua para pedirle a alguien.

Otros les encanta repetir, de manera inconsciente, la lengua que otro acostumbra a utilizar, como el caso de la lengua que usaba Yiye Ávila.

Otros, se atreven a pedirle a la gente a que repitan mucho alguna palabra, con la finalidad de que se enrede su lengua y posteriormente reciba el Espíritu Santo. Entre otros abusos.

La Biblia menciona varias normas en cuanto al uso del don de lenguas:

1.- Es evidente que los dones son dados por el Espíritu Santo, para la edificación de su iglesia; el don de lenguas, es un don como los demás dones, pero a cada uno le es dada manifestación por el mismo Espíritu.

En modo alguno la Biblia afirma en el nuevo testamento que todo creyente puede hablar en lenguas como señal inicial. No obstante, el don de lenguas, es dado a algunos, para edificación del cuerpo de Cristo. Que complementa a los demás dones y que debe usarse para los propósitos de edificación del cuerpo.


2.- El que posee este don no debe practicarlo en la iglesia públicamente, a menos que haya presente un intérprete y debe hacerse en orden, entendiendo el trasfondo que vivía la iglesia de Corinto en ese momento. 1 Corintios 14:27-28 dice: “Si hablare alguno en lengua extraña, sea esto por dos, ó á lo más tres, y por turno; mas uno interprete. Y si no hubiere intérprete, calle en la iglesia, y hable á sí mismo y á Dios”.


3.- Pablo enseña que debe hablarse en turno y se debe usar en orden para evitar confusión. Ya que Dios no es un Dios de confusión sino de Paz; sobre esto, 1 Cor. 14:33,40 dice: “Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos. Empero hágase todo decentemente y con orden”. Tampoco debemos caer en el error de creer que el que no habla lenguas esta perdido, pues la Biblia no nos deja ver que el que no habla lenguas esta fuera de la gracia. Pablo dijo, yo quisiera que todos hablaseis lenguas, denotando que no todos los hermanos podían hacerlo.


4.- El creyente con este don debe operarse en sujeción, no solo al ministerio si no también al Espíritu Santo. 1 Cor. 14:32 dice: “Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas”. Por ello, si las lenguas no se practican y el don no se usa de acuerdo con las normas Bíblicas, entonces caemos en un desorden, como sucede en muchas de nuestras iglesias. Incluso, Pablo manda a callarse (vv. 28), lo cual significa que podemos controlarnos cuando queramos hablar en lenguas. La Biblia no manda a prohibir que se hable en lenguas, sino más bien, a que se controle y se ordene dicha manifestación. “Así que, hermanos, procurad profetizar; y no impidáis el hablar lenguas”. (1 Corintios 14:39).


5.- Satanás es capaz de imitar los dones del Espíritu. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos mucho milagros? Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos. (Mateo 7:21-23; 24:24)

Por eso es necesario que operen los dones del Espíritu Santo dentro de la iglesia como el don de discernimiento de espíritus. Para discernir si una manifestación del don de lenguas o su interpretación procede verdaderamente de Dios. Cabe destacar que las el hablar en lenguas, era también practicado por gente de otras culturas y de otras religiones como expresión de espiritualidad, como hay espiritistas que lo hacen; ahora bien, esto no lo descalifica, porque el bautismo en agua era practicado desde antes por los paganos y Cristo lo ordeno.

De manera que el hablar en otras lenguas no es algo solo establecido para los primeros cristianos, tanto el hablar en lenguas como el mismo bautismo en el Espíritu Santo alcanza hasta nuestros días, San Pedro dijo en Hechos 2:38-39: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”.

Entendemos que nosotros hemos sido llamados y podemos disfrutar de ese glorioso bautismo y manifestar sus poderosos dones, especialmente el de hablar en lenguas; ahora bien, con orden y responsabilidad.

El hecho, de que una iglesia o movimiento prohíba o no acostumbre a usar las manifestaciones del Espíritu Santo y su bautismo, no significa que esa iglesia esta perdida, simplemente, se esta perdiendo de un recurso valioso que Dios le ha dado a su iglesia para ser mejores testigos de El aquí en la Tierra, como el caso de los creyentes en Éfeso. Eran hermanos, pero se perdían de un recurso o ayuda valiosísima.


MINISTRO HILARIO BALIO

viernes, 2 de octubre de 2009

DIOS ES ETERNO E INMUTABLE

El cometario bíblico que traemos esta semana consiste en la continuación del estudio teológico que hemos estado compartiendo con ustedes sobre la naturaleza de Dios.


Recuerden que en la última entrega que hicimos, hablamos sobre la Trinidad de Dios. En esta semana hablaremos sobre la eternidad de Dios: ¿Qué es la eternidad y quién vive en la eternidad? Trataremos también sobre la inmutabilidad de Dios.

DIOS ES ETERNO.



Muchas personas se preocupan por saber de donde procedieron sus antepasados. ¿Qué diría usted si le dijera que no tengo antepasados? No me lo creería y estaría usted en lo correcto. Tengo antepasados, como cualquier otro ser humano.


Puedo decir que todos tienen antepasados, pero no puedo incluir a dios en mi declaración. El no tiene antepasados. Entonces ¿Cómo o de donde se originó Dios? Nuestra respuesta es simplemente: Dios no tiene origen, siempre ha existido, desde la eternidad. Por ello podemos decir: Dios es eterno.


¿Qué ES LA ETERNIDAD? Es difícil que podamos imaginarnos el futuro, pero podríamos pensar en el pasado tanto como nos fuera posible y tratar de imaginarnos lo que es la eternidad. Nos referimos a Génesis como al libro de los principios. En el mismo estudiamos el principio de la creación, del hombre, de las naciones. Pero estos comienzos o principios distantes no fueron el principio.


Podemos regresar en la historia hasta el tiempo en que los ángeles fueron creados, esos hijos de Dios singulares, celestiales, que gritaron de júbilo cuando fueron establecidos los cimientos de la tierra, antes del comienzo de la historia (Job 38:4-7). Pero tampoco ese fue el principio. En nuestra mente podemos considerar la eternidad como ese estado no sujeto a tiempo, infinito (sin limite) cuando toda la creación estaba presente sólo en los pensamientos divinos. Pero aquí nuestras mentes finitas (limitadas) son incapaces de comprender la idea de infinidad, de un estado ilimitado no sujeto al tiempo. El hecho es que la eternidad es la infinidad de Dios en relación con el tiempo.


¿Quién VIVE EN LA ETERNIDAD? El hombre y los ángeles son seres creados, peo sólo Dios no ha tenido principio. Por tanto, El es el único que habita en la eternidad. El hombre esta sujeto al pasado, al presente y al futuro, pero Dios habita solamente en el presente. Para Dios, tanto el pasado como el futuro son lo mismo que el presente.
Dios es eterno en dos maneras:

1. Nunca comenzó su existencia; siempre ha sido (Salmo 90:2).
2. Su existencia nunca terminará (Deut 32:40 y Salmo 102:27). Por Dios ser eterno, no está sujeto al tiempo.


¿Cómo COMPRENDEMOS EL CONCEPTO DE LA ETERNIDAD DE DIOS? Aparte de las Escrituras podemos llegar a la conclusión, por la lógica, de que Dios siempre ha sido. Todos sabemos que las cosas no surgen simplemente de la nada. Un vacio no produce nada. Por tanto, si en el principio del universo no existía nada, si sólo había un vacio, bien hubiera podido seguir existiendo a nuestro alrededor, somos forzados por la lógica a aceptar la conclusión de que algo en el pasado nunca tuvo un principio, siempre ha existido: Ese algo es Dios.

La eternidad de Dios se revela en las Sagradas Escrituras. A Dios se le llama el eterno (Gen 21:33); el salmista dice: “desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios” (Salmo 90:2); y “Tú eres el mismo, y tus años no se acabaran” (Salmo 102:27). Las palabras inspiradas de Isaías declaran que Dios es aquel “que habita en la eternidad” (Isaías 57:15), mientras que San Pablo le asegura a Timoteo que sólo Dios es la fuente de la inmortalidad (1 Timoteo 6:16).



DIOS ES INMUTABLE


Todos tenemos faltas que necesitamos cambiar o corregir, pero Dios no tiene ninguna. Él es perfecto. No necesita complementar su carácter o atributos con nada. Es perfecto en todo sentido. Salmos 102:25-27 hace hincapié de que Dios es incambiable: “Desde el principio tu fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tu permanecerás; y todos ellos como una vestidura se envejecerán; Como un vestido los mudarás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán”.


Salmo 33:11 dice: “El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones”. Expresando la consistencia de la Palabra de Dios, sus consejos y sus pensamientos. Evidencia de que Dios no cambia su forma de pensar, los únicos que cambiamos la forma de pensar somos nosotros.


Los pasajes Bíblicos que hablan de la inmutabilidad de Dios o su naturaleza incambiable, nos enseñan ciertos principios acerca del Dios que servimos. Sobre su inmutabilidad podemos presentar estos principios de la forma siguiente:


1. Puesto que Dios es infinito, con existencia propia, e independiente; Él está por sobre todas las causas y posibilidades de cambio.
2. Dios no puede aumentarse ni disminuirse, ni está sujeto a desarrollo subsecuente.
3. El poder de Dios nunca puede aumentar ni disminuir, ni tampoco puede Él ser más sabio ni más santo.
4. Dios no puede ser más justo, misericordioso ni amoroso de lo que ha sido o será jamás.
5. Dios no puede cambiar en su relación con la gente. Actúa de acuerdo con principios eternos que no varían con los cambios de los días.


Si comprendemos que Dios es incambiable, nosotros podemos dedicarnos completamente a Él al confiar en su Palabra. De esa manera podemos confrontar todas las situaciones de la vida con confianza, sabiendo que en todas las cosas Él obra para nuestro bien (Romanos 8:28).


Números 23:19 dice “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló ¿y no lo ejecutara?”. También 1 Samuel 15:29 dice: “Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta”. Destacando que Dios no cambia de parecer.


Ahora bien, no podemos obviar algunos pasajes que expresan que Dios se arrepintió o le pesó el haber hecho cierta cosa; como cuando dijo que le pesó haber puesto por rey a Saúl en 1 Samuel 15:11. Esta actitud de Dios no se refiere a algún cambio fundamental en su carácter o propósito. Siempre ha aborrecido el pecado y siempre ha amado al pecador. Esta actitud es tan cierta tanto antes como después del arrepentimiento del pecador. Sin embargo, Dios puede cambiar en su trato ante el cambio del ser humano. A veces tiene un propósito contigo, pero si tú cambias y te desvías del propósito que Dios tiene, entonces el propósito es muy posible que varíe, salvo que sea una promesa incondicional.


Como ejemplo, observemos que la actitud de Dios hacia el pecado de Israel no cambió. Odiaba el pecado de la nación. Debido a que su pueblo insistió en seguir pecando, naturalmente sufrieron el castigo del pecado. Sin embargo, cuando se arrepintieron y dejaron su pecado, el resultado fue que Dios cambió en su forma de tratar con ellos.


Alguien ha dicho que el sol no demuestra parcialidad ni característica de cambiable cuando derrite la cera y endurece el barro, porque el cambio no ocurre en el sol, sino en el material que recibe sus rayos. Nosotros podemos confiar en la inmutabilidad o el carácter incambiable de los propósitos de Dios, su Palabra y su naturaleza. Así como el sol derrite la cera y endurece el barro, las obras de Dios de carácter incambiable obran sólo para el bien de aquellos cuyos corazones están dispuestos a responder favorablemente a Él, mientras que aquellos que no lo hacen se endurecen y son destruidos.

Vamos a servirle con confianza y con santidad; entendiendo que su inmutabilidad permite que también podamos restaurarnos si hemos fallado en cualquier momento de nuestras vidas. Dios es perfecto y santo, nosotros somos imperfectos y corruptos; pero su misericordia sobrepasa todo entendimiento para poder reconciliarnos con Él.






Ministro: Hilario Balio

domingo, 13 de septiembre de 2009

LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD


Estudiaremos la doctrina de la Trinidad de Dios, Las personas que la integran, evidencias que apoyan la Trinidad.
En entregas anteriores hemos estudiado que Dios es espíritu, es personal y es uno. Ahora consideraremos un cuarto aspecto de su naturaleza: la de la trinidad. Dios es trino. Quizá le parezca confuso a usted. ¿Cómo puede Dios ser uno y también trino? Las palabras trino y trinidad contienen los conceptos de unidad o tres (tri) y de uno o de singularidad, de ser tres en uno. Al abordar este tema tan importante, reconocemos que esta verdad puede ser conocida solo mediante revelación. Por tanto, recurrimos a lo que Dios ha revelado en las Escrituras como la base de nuestro estudio de las siguientes preguntas respecto a la Trinidad.
1- ¿Qué es la Trinidad? Como hemos visto, el Ser divino solo tiene una esencia. Sin embargo, este Ser divino es tripersonal o una trinidad. Son tres personas en una: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Los eruditos que tratan de describir con precisión estas distinciones en la Deidad usan términos diferentes. La variedad de términos que usan sugiere que reconocen cuan difícil resulta describir la Trinidad. Ya hemos definido la palabra persona. Una persona es alguien que conoce, siente y decide.
La experiencia humana nos enseña que donde existe una persona, hay una esencia distinta. Por tanto, cada persona es un individuo distinto y separado que en si mismo expresa naturaleza humana. Sin embargo, en el Dios trino no hay tres individuos separados que existen uno al lado de otro y a la vez separados mutuamente. Más bien, existen solo distinciones propias dentro de la Esencia divina. Explicamos.
2- ¿Quiénes son las personas? Como hemos observado, hay tres personas o subsistencias en la Esencia divina: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada persona es conocida por sus diferentes propiedades (cualidades o rasgos de una persona, que le son especialmente peculiares). En las Sagradas Escrituras estas propiedades son dadas a conocer por tales títulos, pronombres, cualidades y actividades que se aplican a personas que razonan, inteligentes y distintas. Estas propiedades personales son distintivas en cada persona (son distinciones propias) y expresan las relaciones de cada una con las demás. Además, cada una en Él expresa la Esencia divina.
Por tanto, hay tres personas en la Deidad: Dios el padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Son de la misma sustancia iguales en gloria, poder, majestad y eternidad, y son una sola.
A través de la historia, han existido diferentes corrientes doctrinarias que combaten la doctrina de la Trinidad, entre esas están: el modalismo y el unitarismo, dentro del unitarismo están: el adopcionismo, el arrianismo, el servetismo o el socinianismo. Todas estas corrientes doctrinales establecen modalidades, pero en fin, tienen el mismo fin: contradecir la doctrina de la trinidad.
3- ¿Cuál es la evidencia que apoya la Trinidad? Aunque la palabra trinidad no se encuentra en ninguna parte de la Biblia. Este término aparece por primera vez en la obra Contra praxeas, de Tertuliano. Sin embargo, la doctrina de la Trinidad esta revelada tanto en el AT como en el NT. Examinemos algunas evidencias que se encuentran en las Escrituras.
El AT. Fue escrito en el idioma hebreo. En hebreo, uno de los nombres de Dios, Elohin, esta en la forma plural. Por ejemplo, Gen 1:26 dice: “Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Este versículo señala distinciones personales en Dios, una pluralidad de personas en la Deidad. Pero encontramos indicaciones mas claras de distinciones personales en el AT que se refieren al ángel de Jehová. En algunos casos el ángel del Señor podría referirse a un ser creado enviado como mensajero del Señor, en otros casos se cree que es el Hijo de Dios (Génesis 16:7-13; 18:1-21; 19:1-28). Como tal, este angel es identificado con Jehová, mientras que por otro lado es considerado como separado o diferente de Jehová.
En ocasiones, en el AT, se menciona a más de una persona (Salmo 45:6-7: comparado con Hebreos 1:8-9 vemos que dice que el Hijo es Dios). En otras ocasiones, Dios, quien es claramente el que habla menciona tanto al Mesías (el hijo) como al Espíritu Santo (Isaías 48:16, 61:1, 63:8-10).
El NT ofrece una clara revelación de Dios al enviar al Hijo al mundo (Juan 3:16); Gálatas 4:4; 1Juan 4:9). También revela tanto al Padre como al hijo al enviar al Espíritu Santo (Juan 14:26; 15:26; 16:7). En el Nuevo Testamento observamos que el Padre le habla al Hijo (Marcos 1:11; Lucas 3:22); el Hijo disfruta de comunión con el Padre (Mateo 11:25-26; Juan 11:41; 12:27-28); y el Espíritu Santo ora a Dios en los corazones de los creyentes (Romanos 8:26-27). En el Nuevo Testamento, por tanto, las personas separadas de la Trinidad se establecen ante nosotros como distintas.
En algunos pasajes, se mencionan las tres personas de la Trinidad. En el bautismo del Hijo (Mateo 3:16-17), el Padre habla desde lo alto y el Espíritu Santo desciende en la forma de una paloma. En la Gran Comisión (Mateo 28:19), Jesús menciona a tres personas. Las tres personas son mencionadas una junta a la otra en 1 Corintios 12:4-6; 2 Corintios 13:14 y 1 Pedro 1:2. De estos ejemplos bíblicos obtenemos abundante evidencia para apoyar la doctrina de la Trinidad.
4- ¿Cuáles son las dificultades de la doctrina? ¿Por qué se nos dificulta tanto comprender la enseñanza de la Trinidad? En nuestra experiencia humana no tenemos nada con que comparar la trinidad en la unidad ni la unidad en la trinidad. Sabemos que tres personas humanas no son estructuralmente una sola. No hay tres personas humanas que tengan conocimiento completo de lo que cada una hace y piensa. Cada persona erige a su alrededor una barrera de privacidad. Ninguna persona humana tiene la triple personalidad de Dios. El ser humano simplemente no puede comprender la enseñanza acerca de la Trinidad basado en su conocimiento y experiencia humanos.
5- ¿Cómo se resuelven las dificultades? El problema básico al tratar de explicar a la Trinidad radica en la relación de las personas en la Deidad con la Esencia divina y la una con la otra. La iglesia no ha podido eliminar ese problema. Solo puede tratar de reducirlo mediante una adecuada definición de términos. Y aun cuando la iglesia no ha tratado de explicar el misterio de la Trinidad, ha tratado de formular una doctrina bíblica de la misma, principalmente para desalentar el resurgimiento de errores que han amenazado la vida misma de la iglesia. Al comparar unos pasajes con otros, podemos ver la doctrina de la Trinidad hasta el grado en que Dios la ha revelado en su Palabra, aunque no la podamos comprender plenamente.
En nuestra existencia finita (limitada), nunca podremos comprender lo infinito (ilimitado). San Pablo describe esa limitación del hombre en 1 Corintios 13:12: “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido”.
Estudiando cuidadosamente la Palabra, con fe y acompañado de la oración, Dios nos capacitara para comprender mejor esta y otras verdades. Y así servirle con más fuerza y convicción.
MINISTRO HILARIO BALIO

miércoles, 9 de septiembre de 2009

LA NATURALEZA DE DIOS Y CARACTERISTICAS

TEMA. DIOS: SU NATURALEZA Y CARACTERISTICAS.
La Biblia presenta varias preguntas que muchas personas se hacen: “¿Descubrirás tu los secretos de Dios? ¿Llegaras tu a la perfección del Todopoderoso?” (Job 11:7). Claro que estas preguntas deben ser contestadas por nosotros con un NO. Por más esfuerzos que podamos realizar como humanos, jamás podremos comprender a Dios, pues el hombre finito no puede comprender al Infinito.Una de las formas en la cual podemos conocer el Ser de Dios es cuando Él se Revela a si mismo en su naturaleza y características; es ahí cuando podemos obtener algún conocimiento de su Ser divino. Por tanto, lo que ha revelado de si mismo es preciso, pero es solo una revelación parcial de su ser.También podemos conocer a Dios al entrar Él en relaciones con nosotros. Obtenemos nuestro conocimiento de Él por el estudio de su naturaleza y características, ya que estas revelan aspectos de su Ser. Para obtener un conocimiento completamente fidedigno de la naturaleza y las características divinas, debemos comenzar con el estudio de la revelación de Dios de si mismo en las Escrituras. Aunque podamos obtener algún conocimiento general de Dios al contemplar sus obras en la naturaleza, como lo señala Romanos 1:20 “porque las cosas de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”; sin embargo, hemos de volvernos a la Palabra de Dios para recibir una comprensión de su naturaleza y características.

LA NATURALEZA DE DIOS.Vamos a hablar acerca de la naturaleza de Dios. Su existencia.En medio de la negación, de muchos ateos, acerca de la existencia de Dios, hay que considerar aspectos interesantísimos sobre la naturaleza de Dios.
Por ejemplo. Al estudiar los científicos los elementos de la sangre, descubren que se compone de diferentes sustancias y pequeñas partículas que cumplen funciones separadas en el sostenimiento de la vida. Ese complejo líquido es bombeado para que circule a través de una complicada red de conductos, todo el día y toda la noche, por una maquina muy potente (el corazón) que descansa después de cada movimiento. La sangre es la vida misma del cuerpo. Le lleva oxigeno y alimento a cada parte del cuerpo. Combate gérmenes que pudieran invadir el cuerpo y le ayuda a este a eliminar los desechos. Para hacerlo se necesita la cooperación de los pulmones, los riñones y otros órganos, incluso el corazón mismo.Este es un solo ejemplo de los muchos sistemas biológicos altamente organizados que hacen posible la vida. De seguro solo un Ser de grande poder e inteligencia pudo haber creado todo esto. Esto no se crea al azar, de manera fortuita. ¿Quién es ese Ser? ¿Qué sabemos acerca de Él?
DIOS ES UN SER PERSONAL.
Lo primero que debemos destacar es que Dios es un ser personal, es decir, destacar y describir las cualidades de la personalidad que se ven en Dios.Si le preguntara sobre las partes esenciales de una persona, quizás alguien respondiera: bueno, las partes de una persona son los brazos, su voz, sus ojos. Sin embargo, cuando hablamos de una persona no hablamos simplemente de un cuerpo. Una persona es aquella que tiene la capacidad de pensar, sentir y decidir.Aunque Dios no tiene cuerpo, tiene inteligencia, y la capacidad de pensar, sentir y razonar.
La Biblia revela que Él se comunica con los seres humanos (Salmos 25.14) y la manera en que estos responden le afecta (Isaías 25:14). Dios piensa (Isaías 55:8) y toma decisiones (Génesis 2:18). Todas estas son características de un ser personal. Por tanto Dios es un Ser personal.
El modelo original de personalidad se encuentra en Dios, no en el hombre. La personalidad del hombre es solo una copia, recordemos que Dios lo hizo a su imagen y semejanza, y aunque tiene rasgos similares, no es idéntica a la de Dios. De modo que lo que en la personalidad del hombre es imperfecto, en la de Dios es toda perfección. Por ser Dios una persona, hay que estar consciente de que Dios esta interesado en los asuntos humanos y se relaciona con nosotros de manera personal.
DIOS ES ESPIRITU. Ya hemos enseñado que Dios es una persona, porque piensa, siente y decide o tiene voluntad. Ahora bien, conforme a las enseñanzas bíblicas, Dios no tiene forma alguna porque es espíritu (Juan 4:24) y un espíritu es invisible. En Juan 1:18 dice que “a Dios nadie le vio jamás”.Dios es espíritu. En una frase se declara lo que es Dios. Pero a fin de comprender esta declaración debemos considerar lo que significa que es espíritu.
¿Qué implica la calidad de ser espíritu? No es fácil explicar este concepto. Como ya declaramos, la Biblia presenta una revelación parcial de la naturaleza de Dios. Al tratar de describir su naturaleza espiritual, usaremos los siguientes términos:
1. Dios posee un ser singular, sustancial distinto del mundo. Ser singular significa ser único. Ser sustancial significa tener sustancia, o una naturaleza esencial, tener esencia. Ambos vocablos se refieren a todas las cualidades o atributos que componen su naturaleza de Dios mismo.
2. Dios es invisible. Es decir, inmaterial y que no se compone de partes. Ya dijimos que Dios tiene sustancia, pero no una sustancia material. No se compone de materia, como nosotros. Dios es una sustancia espiritual. Jesús dijo en Lucas 24:39b: “Un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo”. Como Dios es espíritu en el sentido estricto de la palabra, debemos entender que no tiene las limitaciones en las que pensamos cuando nos referimos a un ser humano. No tiene ninguna de las propiedades o características que pertenecen a la materia. Pablo lo describe como el Rey de los siglos, inmortal, invisible (1 Timoteo 1:17) y como “Rey de reyes y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver” (1 Timoteo 6:15-16).
Quizás hayan quienes se pregunten: ¿Si Dios es espíritu e invisible, como me explicas el relato de que Moisés vio a Dios?
Moisés y otros hombres de Dios, en algunos casos, vieron las reflexiones de la gloria de Dios, pero no su esencia. En otros casos se revela que el espíritu puede ser manifestado en forma visible. Dios es capaz de revelarse a través de una manifestación física. Eso fue lo que ocurrió cuando el Espíritu Santo descendió en forma de paloma sobre Jesús, para que Juan pudiera entender la identidad de aquel a quien bautizaría con el Espíritu Santo. En el ejemplo de Éxodo 33, Moisés también necesitaba la seguridad divina al confrontar la tarea de liderato que Dios le había dado; por tanto, Dios le dio una señal física.Otra cuestión importante. Salmos 98 se refiere a Dios como "su diestra y su santo brazo”. Salmos 99:5 habla de postrarse “ante el estrado de sus pies”; Salmos 91 habla de “sus plumas” y de “sus alas”. Es decir que la Biblia menciona las manos, los pies, los oídos, la boca, la nariz o el rostro de Dios. Y también lo menciona haciendo algo que podría hacer un ser humano. Al respecto debemos decir que debido a que se nos dificulta en realidad comprender la esencia de Dios, Él inspiro a los escritores bíblicos para que explicaran los conceptos con objetos que nos son familiares y para aplicar a Dios algunas de sus características. De esta manera comprendemos un poco lo desconocido por medio de lo conocido. En este caso, se dice que empleamos lenguaje figurativo. La idea no se toma en forma literal, ni como hecho, sino como símbolo para representar un concepto dado.
DIOS ES UNO. Continuara la proxima semana (domingo 30 de agosto)